Resumen
Cuando se piensa en la salud bucal, generalmente viene a nuestra mente situaciones comunes. Por ejemplo, las veces que nos cepillamos los dientes al día, las visitas al dentista con el estridente sonido del taladro y el olor a clavo; también los alimentos ricos en azúcares que debemos evitar; de igual manera, los intensos dolores dentales nocturnos que nos paralizan la vida.
Por esto, quizás, la mayoría de las personas consideran que una boca saludable es tener dientes y encías que no duelen. Solo hasta que se tiene alguna enfermedad que causa dolor, inflamación o pérdida dental, se le considera importante.
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